A los 16 años de edad yo era una persona muy sociable, 40 años después solamente a selectas personas de mi vecindario les trato con simpatía y respeto, ya no frecuento los lugares públicos de diversión en los que haya consumo de licores porque a mí los espíritus me hacen comportarme como realmente soy, yo bailaba muy bien la música de los 70’s y 80’s y al día de hoy hace más o menos 13 años que bailé bien por última vez, bien le llamo a que la gente me coreara y que formara un circulo para verme bailar. Tampoco soy galante con las mujeres para evitar el riesgo de que alguna me interprete bien.
Cuando joven practiqué Lucha Olímpica y Greco-Romana, al mismo tiempo que hacia rutinas con instrumentos de gimnasio para hacer volumen en los músculos; nunca fui muy bueno en la Lucha pero me ayudó a quitarme algunos miedos, nunca tuve un físico de Dios Griego pero mi silueta hasta la fecha es más que aceptable.
La última vez que organicé un club de futbol lo hice para darme el gusto de jugar juntos en un equipo el mayor de mis hijos varones y yo, al poco tiempo de darme el gusto tuve que desistir y ya no alcancé a esperar a mi otro hijo a que cumpliera con la edad. Resulta que ya cuando despejaba con la misma fuerza que cuando era joven, según yo, el balón llegaba apenas a un 70% aproximadamente de lo que yo pretendía y cuando trataba de alcanzar a un jugador como antaño, bueno mejor tenía que jugar mi posición intercambiando posiciones de zona con mis compañeros.
Así que mientras tengan animo y empuje; diviértanse que con el tiempo es cierto que viene lo que la gente cree que es madurez, seriedad, y responsabilidad. Lo cierto es que lo que llega es la vejez.