ROSA ROJA

Yo siempre había sido tímido, tal vez inseguro, acomplejado; ¡qué sé yo! Pero eso desapareció en el momento que conocí a la mujer que hoy es mi esposa.

¡Me enamoré de ella! Por ninguna razón quería dejar de mirarla, sentí como que flotaba en nubes de espuma color rosa pastel.

Para no entrar en detalle les diré que fue mi novia después de una semana de cortejarla, duramos una semana de novios.

Le propuse matrimonio, a los tres días me contestó, y nos casamos en cuanto corrieron las amonestaciones de la iglesia.

No me preocupé por vivienda, muebles, ni siquiera por la tarifa con el Registro Civil, todo se resolvió gracias a la divina providencia.

Yo trabajaba, ganaba buen dinero, no fue por irresponsable; es que no pensaba en nada más que estar con ella, escucharla, verla, besarla.

¡estaba y sigo enamorado!