Hoy es uno de esos días en los que es mejor no utilizar mi pluma para plasmar en papel lo que pienso, tal vez se presente una mejor oportunidad y en ese momento podré gritarlo.
No siempre resulta correcto ni educado el decir lo que uno siente, existe un protocolo de buenas costumbres que lo prohíbe, si no es necesario mencionarlo; es mejor callarlo.
Al final que se puede ganar con gritar a los cuatro vientos lo que le molesta a la gente, si casi por generalidad el que tendría que saberlo ni lo escucha, y si lo hiciera; no lo entiende.
Por el día de hoy otra vez voy quedarme callado, a mi me está intoxicando el no poder expulsar mi veneno, pero fuera de mí va a hacerle daño a muchísima más gente; no debo.
¡Pero es increíble que la causante ni siquiera se dé cuenta de todo el mal que me hace, y así es mejor, se imaginan si ella supiera lo que causa; con toda seguridad vendría a burlarse!