Con El Otoño  comienza a menguar la fiebre que en El Verano casi nos consumía, y más aún, cuando ha llegado a nosotros El Invierno, no nos queda más que aceptar, que fue maravilloso todo lo que vivimos en nuestra Primavera; a partir del primer día.

De allí que yo no sea de los que concuerdan con la mesura, si hoy tenemos a quien amar hagámoslo con locura, hasta que no solo el cuerpo sino que hasta lo sentidos se hayan aturdido.

No por nada me hice adicto de deleitarme con un buen trago de licor durante un inmenso número de los días de mi vida.

No por nada disfruto hasta el hartazgo un buen corte de carne roja, el efecto en mi organismo es que me enerva, me proporciona energía instantánea, me hace sentir aguzado y listo para lo que venga.

Ya habrá de llegar el tiempo en el que busque arroparme con todo lo que esté a mi alcance, cuando haga que alguien abastezca la chimenea para que su calor me abrace hasta que me caliente el sol.