¡Como me encantaría poder ganarme la vida escribiendo para revistas, semanarios, periódicos, diarios y tener publicado un libro que me diera regalías!

La única razón por la que me he colocado al frente de un teclado en este día es para tratar de salir de mi ensimismamiento, hace un mes que no intentaba siquiera escribir  algo, me es urgente y hasta vital el regresar a un estado anímico positivo, y ya meditando tendré que aceptar que no son tan malas las rutinas. Uno acostumbra quejarse de lo cotidiano, de lo mediocre, inclusive lo asfixiante que puede resultar el tener un trabajo en el que no te valoran adecuadamente, en donde sí utilizan tu experiencia, tu capacidad organizativa, tu liderazgo, tu responsabilidad al tomar decisiones,  pero no te otorgan  el reconocimiento,  la jerarquía o el respeto que te corresponde y mucho menos el sueldo justo; pero yo quiero regalarme una rutina agradable para vivir más feliz o menos desgraciado.

Para abundar debo también comentar de cómo te tratan de convencer de que debes apurar más a los empleados compañeros tuyos y son personas casi generalmente capaces y nobles que bien desquitan la miseria que les paga la Empresa, no reciben por años aumentos de sueldo porque el patrón considera que ya ganan lo suficiente y como no hablan así se quedan; deberían hablar yo pensaba.

Pero de pronto un día te echan, con cualquier pretexto, lo único cierto es que a otro le pueden pagar menos que a ti  y a la vez ese va a exigirle todavía más a sus subalternos.

Uno diría, ¡Perfecto, es el momento oportuno para buscar mejores condiciones, mejor sueldo y un ambiente laboral más agradable!

Y la verdad es que sí puede ser así aún cuando la economía está tan mal, sí puedes encontrar otro trabajo pero más mal pagado o con patrones aún  mas fríos increíblemente, yo encontré uno con mejor salario en una Corporación y resulta que al no tener contacto real con quien te contrata y maneja sus políticas a larga distancia mediante comunicaciones de las que debes acusar recibo, te ponen normas hasta mencionando que debes usar ropa interior, no pintarte el cabello con colores exóticos, no debes tener tatuajes, el maquillaje facial deberá de ser somero, la corbata esto, el calzado aquello y la barba o el bigote lo otro; bueno es increíble.

Ahora te contratan haciéndote sentir desde inicio que no es una promesa de que va a ser como un trabajo para el resto de tu vida, te dicen que es un contrato “a voluntad”, que tú te puedes ir cuando quieras y ellos te pueden echar del mismo modo, sin pretexto, sin excusa, apegándose a leyes estatales y olvidándose que existen derechos federales y que EN TÉRMINOS DE ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS EL PERSONAL ES PARTE IMPORTANTE DEL CAPITAL; pero sobre todo sin consideración al individuo como persona.

Y bueno nunca he pretendido que mi patrón sea como un Padre, en realidad esa compañía de la que he salido herido creció durante los 18 años que trabajé en ella aproximadamente un 1000% en ventas, inventario y clientela y solo un 500% en número de empleados, lo menos que todos mereceríamos seria ser tratados si no con agradecimiento al menos con respeto; desde mi punto de vista son ingratos.

Se preguntaran que tiene que ver esto con un Blog en el que he estado tratando de plasmar cosas tiernas, románticas, tristezas del alma, sueños cumplidos y truncados, pasiones fervientes, perdidas sensibilísimas, ilusiones, etc.……Precisamente eso, que es tan frágil ese estado que necesita alguien para tratar de aspirar a convertirse en poeta algún día que debe aprender a ignorar a la vida real, esa vida que cuando no tienes dinero de sobra y requieres de trabajar inevitablemente aunque sea por un salario mínimo puede aniquilar tus pretensiones.