La presente misiva es para darle la explicación que usted se merece:
Estoy más hecho de los errores que he cometido que de mis aciertos.
Me supongo que también mis sueños cuentan; y han sido muchos.
Siendo honrado, de mis fracasos estoy más formado seguramente.
¡De pronto he caído en la cuenta de algo casi gracioso!, o cruel…..
Que realmente tienen más peso en mi morral las cosas desagradables.
Estoy sin embargo sin remordimientos, y sin culpas; o algunas tal vez.
Sin llanto y sin desear ya lo que no tengo; ¡no por desearlo se obtiene!
Sin albergar rencores, sin buscar justificación; creo que ya me perdoné.
Sin querer venganza ni buscar ya revancha; al menos que todo se preste.
Luego entonces, tampoco tengo ya pretextos para revivir el pasado.
A partir de hoy tendré que ser mejor persona; ¡peor ya no puedo ser!
Voy a intentar dejar de vivir continuamente amargado; y de mal genio.
Por lo menos sé que no voy a hacer más daño; se me acabó la locura.
Especialmente conmigo voy a portarme mejor, bueno; a mi si me quiero.
Sinceramente,
Yo