Yo siempre he relacionado al amor con la locura, con la vida y con la muerte; pero nunca con la cordura.
Enamorado pedí a mi novia en matrimonio después de una semana de estarnos tratando, estaba y sigo estando; loco por ella.
Enamorado aprendí que la vida no es tan solo despertar y encargarnos de nuestras funciones vitales, la vida hace falta aprender a vivirla.
Enamorado descubrí que sí importa el mantenerse sano y tener cuidado con el trato a mi físico, ya no me puedo dar el lujo de irme por mi torpeza, que sea cuando tenga que ser; pero después de terminar con mi tarea.
Y en lo de la cordura ni siquiera debiera meterme, la cordura no existe cuando se está enamorado, es una fuerza loca que te cambia la mirada y hasta la manera de caminar, pierden lógica tus acciones e irremediablemente; solo piensas en ser complacido y en complacerla.