En la mañana de hoy y en el preciso momento en que el sol parecía brotar del mar resucité, por la ventana de esta habitación se aprecian en todo su esplendor los amaneceres y con uno maravilloso me encontré sin saber que sucedía, han pasado escasos minutos, menos de una hora seguramente y aun me siento aturdido, no sé quien soy ni por cuánto tiempo estuve muerto, mucho menos el por qué.

Sé que estuve muerto no sé cómo, lo intuyo de manera inexplicable, pero también ignoro el por qué me encuentro solo, estoy vestido con un traje de casimir inglés, quiero decir que inclusive el saco lo traigo puesto y más aún, una gabardina que de alguna manera combina con mi traje y contrasta con la camisa y la corbata a la perfección.

sobre el buró  una botella de “Grand Marnier“ vacía hasta la última gota y dos copas……….una de ellas con lápiz labial color rosa pastel diría yo. Digo aparentemente estuve con una mujer y a la vez no estuve, la cama no está desarreglada y además no recuerdo estar enamorado ni tener compromiso con ninguna chica mas allá que pasarla bien los dos y ninguna de las que conozco me abandonaría así.

Por alguna razón  relaciono este momento con el día que nací antes de mi primer llanto, ese día tenía miedo o tal vez estaba alerta, digamos, ese día todo lo que miraba era para mí absolutamente extraño solo sombras, ruidos y olores desconocidos todos, pero ese día de pronto comenzó a mejorar, escuché la voz que me hablaba con mimos todo tiempo que estuve inmerso en el líquido aquél.

Sin embargo y tratando de regresar a la realidad, creo que poco a poco mi mente se está despejando, sé que ustedes no me lo van a creer pero ahora recuerdo que yo vine a esta mansión como invitado a una fiesta, y es cierto la disfruté como pocas veces nadie ha disfrutado de estar bailando, platicando con amistades, cantando, solo que otra vez perdí el control; otra vez acabé bien borracho.

Pero no hay problema, ¡Inmediatamente me compongo!, yo sé que abajo hay mas botellas.