Cierto, acostumbro mirarte durante largos instantes
No, no acostumbro, porque no es una costumbre como tal; es un privilegio
Es una manera de expresar mis sentimientos
Vivo embelesado por completo al haber encontrado a la mujer que es solo amor
Sin reserva, sin miedo, como dejándome llevar por un sueño
Es cierto, muchas veces quiero acariciarte con ternura
Con delicadeza, con dulzura; como temiendo lastimarte.
Y después soy simplemente un animal
Tal como cuando se tiene la flor más hermosa en las manos
Y apenas y con temor se acarician sus pétalos para que no se deshoje
Y luego de un arrebato me percato de cómo caen todos ellos
Como cuando se le quiere robar a la flor toda su fragancia
Y se comprende que no se puede tener tal derecho
Sin embargo la aspiras, casi le das muerte y luego te sientes mal
Te arrepientes y al otro día regresas donde su lecho
Y al final mi única disculpa es lo mucho que me gustas y lo mucho que te quiero