Es cierto que cuando se enferman en lo físico nada podemos hacer, mientras algún médico de manera apurada o por demás calmada trata de salvar sus vidas; y que cuando pese a todo no sanan llegamos a creer hasta en supercherías.
Es cierto también que en cuestiones de fe, es bien poco lo que podremos transmitirles cuando la nuestra no es grande lo suficiente y que al final de cuentas solo la experiencia que les den los años ha de poder ayudarles en la cuestión espiritual.
Bien sabemos que siendo varoncitos o mujercitas, de cualquier manera va a llegar el día en que estarán sufriendo por encontrar su pareja, que cuando la encuentren en ese suplicio van a continuar para poderla conservar; y tampoco en mucho se les puede ayudar.
¿Quién duda que dependemos de mentores en todas las materias? ¿Quién no sabe que de nuestros errores es algo en lo que se van a poyar cuando cometan los propios?
Nuestros conocimientos pudieran ser de Doctorado o Maestría, podríamos incluso ser Filósofos pero me temo que es solamente como amigos que les vamos a poder ayudar.