Veracruz, si en mis manos estuviera elevarte por los cielos no cabria la dicha en mi pecho, lloraría de alegría y para hacer más grande tu belleza, te adornaría con estrellas
Muy humildes son los versos que dedico a tu grandeza, se despide tu hijo amado dejándote este poema; recordando a tus mujeres, tus playas y tus palmeras