Es bueno el percatarme de que yo soy mi propio oponente…..¡No hay manera entonces de resultar ni vencedor ni vencido!
De acuerdo a la manera como acostumbro juzgar a otros…..No puede nadie ser merecedor de clemencia si no entrega todo de sí.
Tampoco podré sentirme orgulloso cuando logre ganar la contienda…..No tiene gracia el vencer a tu enemigo; en mi es obligado.
Es de honor en un guerrero, el no pedir; y si dar clemencia…..No derrotarse aún si se encuentra en el suelo; y levantarse y seguir en la brega.