Este día es tan especial para mí, como cualquier otro día de todos los días de mi vida; debo suponer.
Vivo intensamente con mis emociones, mis proyectos, mis peores pesadillas; y mis recuerdos.
Hoy en lo particular tengo la convicción de que voy a seguir siendo igual; no tengo otra opción.
Manejo mi automóvil para ir a abrir, como diariamente lo hago; el Restaurant que inauguramos con optimismo hace 10 meses.
Y de pronto caigo en la cuenta de que prácticamente no hay tráfico en la autopista; está vacía.
Y como un remanso, como hallar un paraje donde descansar, eso me hace reconsiderar mi vida.
Fue en un día 1ro. del año, no recuerdo cual, tal vez en 1971, cuando vi al D.F. así de desierto.
El defe normalmente al día de hoy es insufrible, demasiada gente, demasiados automóviles.
La fecha no fue inolvidable, resulta obvio, pero sí el hecho; ese día paseó junta toda mi familia.
Nuestros Papás nos llevaron, si no estoy equivocado, a Xochimilco; ¡o no importa a donde fue!
Lo que sí estoy seguro es que comimos afuera de un estanquillo, ¡creo que tortas de queso de puerco con refrescos!
Me temo que tal vez fue el último paseo en el que todos mis hermanos y yo conviviríamos así.
La vida nos llevó por diferentes senderos, hoy no estamos todos y los que estamos; estamos lejos
¡Que cosas!
¿No?
*Para aclarar, esas siglas corresponden al nombre coloquial que identifica a la Ciudad de México.