Si me pusiera a contar los besos que te he dado y los que he recibido de ti en estos 38 años.
Van a ser tantos como el número de estrellas en cielo que han sido testigas de nuestro amor.
Y la locura y calor de nuestras caricias, la comunión de nuestros deseos; y de nuestros sueños.
Han sido el perol y el fuego, la espátula y la arcilla, la pluma y el papel; con lo que formamos a nuestros hijos.
Gracias Chaparrita….